jueves, 20 de enero de 2011

Ana María Polvorosa, simpatía natural



Son los rostros que han renovado la ficción televisiva. Algunos de los más punteros. El más joven tiene 18 años y el mayor 33. Unos ya han puesto el pie en el cine; otros lo acarician. En esta decimosexta edición del Relevo que cada año convoca FOTOGRAMAS, formaron una variopinta clase de alumnos. ¿Común denominador? Todos ellos indiscutiblemente aventajados.

Ana María Ruiz Polvorosa (Madrid, 14 de diciembre de 1987).

PADRES: Matrona y técnico de ambulancias.

EN TV: Aída. Antes, en Raquel busca su sitio, Javier ya no vive solo, El Comisario...

EXPERIENCIA QUE LE CURTIÓ: La obra de teatro Olvida los tambores, de Ana Diosdado: Esa conexión inmediata con la gente fue terriblemente especial. En general, trabajar en esto, que me ayudó a superar mi tremenda timidez.

GOLPE DE SUERTE: Ser fichada para la serie Raquel busca su sitio (2000). Me presenté al casting y me cogieron. El factor suerte es esencial.

MAL TRAGO: Una crisis existencial a los 16 años: No quería trabajar y perderme las diversiones de mis amigos. Lo típico de la edad del pavo.

CÓMPLICES: Mis hermanos mayores.

PUNTO FUERTE: Soy un poco payasa. La independencia. La curiosidad. El orden.

PUNTO DÉBIL: Los prontos: Tengo carácter y me cuesta reconocer las equivocaciones. La inseguridad: Soy mi peor crítico; me machaco mucho. La timidez. La desconfianza.

ASIGNATURA PENDIENTE: Terminar el bachillerato, que me lo estoy sacando nocturno. Hablar inglés con fluidez.

AMBICIÓN PROFESIONAL: Actuar toda mi vida.

EN CINE: Estrena Mentiras y gordas. La vimos en Escuela de seducción (2004) y Atasco en la Nacional (2007).